Cualquiera que quiera progresar en el noble juego, debe tratar de reconocer las deficiencias en el mismo.
Como quiera que cuando me inicié en este arte, la anotación era muy distinta, a la actualmente vigente, propia de la computación, tengo una seria deficiencia en esta situación, al punto de que si transcurre cierto lapso, después no logro descifrar mis propias partidas, precisamente por errores en la anotación, que incluyen anotaciones incorrectas, como asimismo, la omisión de anotación.
Es imprescindible el remediar esta situación.
Eo otro aspecto que hay que tener en cuenta, es que el partido no se ha perdido hasta que uno de los dos reciba el mate o abandone.
Esto lo experimenté en carne propia, en el último torneo en que participé, en que teniendo practicamente ganado el partido a Matías Lepe, me relajé, lo que motivó un excelente "sacrificio" de dama de este joven jugador.
Por el contrario, y precisamente con esa experiencia reciente, he jugado un partido con mi colega Francisco Javier Contardo este miércoles pasado, y ante el buen juego de él, hube de resignar el cambiar como mal menor un caballo mío por dos peones. Siguió él atacando, tratándose de aprovechar de dos alfiles contra uno y torre por lado, teniendo yo dos peones más. Precisamente trajo sus alfiles al lado izquierdo del tablero y avanzó con su Rey a ese mismo sector. De pronto sacrifico mi peón g para avanzar mi peón h, sin que ya pudieran volver los alfiles para pararlo.
Resultado, coroné y gané el partido, unicamente por el factor indicado. Hay que estar concentrado en el partido hasta que termine.
LECCION APRENDIDA. Nada mejor que la propia experiencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario