jueves, 12 de agosto de 2010

Un match engañoso

El dos mil ocho, jugamos un match con mi amigo y colega JUAN CARLOS TOBAR, con quien compartimos el honor, hace muchos años, de integrar el equipo de la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile, que ganó el campeonato de ajedrez de la Universidad, venciendo a Ingeniería. El referido match terminó diez a uno favorable a uno de los dos contendientes, que por modestia no diré quien es.
Este año estamos jugando nuevamente un match y hasta ayer ibamos nuevamente cinco a cero. Como advirtiera que mi amigo estaba algo anonadado con el resultado, antes del nuevo partido le hice una pequeña confesión. La apertura que él utilizaba yo la refutaba con un breve manual.
Se lo facilité y ayer.....me dió una soberana paliza, con dos hermosos sacrificios.
El match ha quedado pues cinco a uno y con mi colega muy alegre. La partida es hermosa y pronto la comentaré.
Jugando yo con negras, siempre le respondí a mi amigo con la defensa ortodoxa del gambito de dama, pero recientemente, en el mismo libro, había visto como interesante la defensa Grünfeld y, no obstante que mi amigo no entró a posibilitar esa defensa, yo de todas maneras quise jugarla, con desastroso resultado.
Lo positivo, es, además de la joya de mi amigo, que el match ha dejado de ser engañoso y realmente cobra un nuevo e inusitado interés.

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